jueves, 26 de enero de 2012

BUQUE CONCORDIA

ISLA DE GIGLIO.- Fuertes vientos y marejadas complican las tareas de búsquedas de los desaparecidos en el naufragio del Costa Concordia, y de las tareas previas al comienzo de la extracción del combustible en sus tanques. Las labores debieron ser momentáneamente interrumpidas ayer por el mal tiempo, hasta que se retomaron por la tarde.

"Ha pasado el tiempo y las condiciones predominantes hacen pensar que sería un milagro encontrar a alguien vivo. Pero no dejaremos (de buscar) hasta que todo el barco haya sido inspeccionado", afirmó el jefe del servicio protección civil italiana, Franco Gabrielli. Hasta ahora hay 16 cadáveres localizados y siguen desaparecidas unas 20 personas.

Los buzos realizaron nuevas explosiones controladas en el barco para abrir los espacios sumergidos y poder inspeccionarlos en busca de más cuerpos, en paralelo al trabajo de los equipos que están preparando el casco para extraer más de 2.300 toneladas de diésel , una operación que se prevé que comenzará el sábado y llevará más de un mes.

"En los próximos días vamos a prepararnos para hacer los agujeros en los tanques de combustible del frente, donde están ubicados los más grandes. Luego de eso estaremos en posición de comenzar a extraer el fluido", explicó Martijn Schuttevaer, portavoz de la compañía de salvataje holandesa Smit Savage.

En dialecto
Ayer el diario La Reppublica publicó nuevas declaraciones del capitán del crucero,Francesco Schettino, en las que insiste en que recibió la orden de acercar el barco a la costa en la noche en que chocó contra una piedra y naufragó. En la conversación (hecha en un cerrado dialecto napolitano que fue traducido al italiano), Schettino habla con una persona desconocida identificada como Fabrizio. "Nadie más en mi lugar hubiera sido tan amable de ir allí, para saludar a Giglio; me estaban insistiendo, diciéndome que vaya. La roca estaba ahí pero no apareció en los instrumentos que tenía y fui para complacer al gerente. Yo confié en las cartas naúticas", asegura en el diálogo, grabado cuando ya estaba detenido y sin su consentimiento.

El abogado del capitán, Bruno Leporatti, reclamó que su cliente no sea tratado como un "chivo expiatorio". Los investigadores dicen que Schettino llevó la embarcación, de 114.500 toneladas, a apenas 150 metros de la costa para realizar una maniobra conocida como "reverencia". Si esa acción fue tolerada o hasta alentada por los operadores del barco es una de las preguntas clave de la pesquisa.

La empresa Costa Crucero admitió que sus barcos a veces se acercan a la costa, pero aclaró que sólo lo hacen bajo condiciones seguras, y responsabilizó de la trágica maniobra al comandante, a quien suspendió y le quitó el apoyo legal. De acuerdo a reportes de los medios italianos, la práctica es común en la industria náutica.

En el periódico La Stampa, de Turín, se reprodujo otra charla de Schettino, en la cual se contradice con su propia declaración judicial respecto de cómo y en qué momento abandonó el crucero. "Cuando vi que el barco se inclinaba, bajé a toda prisa", dijo. Ante la Policía aseveró que se cayó sobre uno de los botes salvavidas y que luego no pudo volver a la nave siniestrada.

En otra potencial amenaza contra Costa Crucero y su dueña, la empresa estadounidense Carnival (la más importante del mundo en este rubro), el periódico Corriere della Seraanunció que Giulia Bongiorno, una de las abogadas penalistas más conocidas de Italia, representará a unos 30 pasajeros que están planeando iniciar acciones legales contra la compañía dueña del buque. (Reuters-DPA)



información tomada: http://www.lagaceta.com.ar/nota/474736/Mundo/mal-tiempo-volvio-dificultar-tareas-crucero-hundido.html

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